MANTENIMIENTO DE ESCULTURAS

 

Concepto

 

Hay que entender la madera como una materia “viva” que se contrae y expande según la temperatura y humedad.  La mayor parte de esculturas surgen de troncos de una sola pieza que le proporcionan unas especiales características, una personalidad singular e irrepetible por sus vetas, nudos, formas o “imperfecciones”, que la diferencian de otros materiales.

La formación de grietas, cambios de color o textura en el tiempo (sobre todo en condiciones de sol, viento o alta humedad) debemos entenderlo como algo normal en la madera sin tratar, incluso en ocasiones estos procesos naturales son buscados para conseguir ciertos efectos artísticos.

 

Cuidados y mantenimiento

 

Si trabajamos sobre secciones de troncos verdes o tocones de árboles, la madera contiene un alto grado de humedad y durante el secado natural, las tensiones que se forman entre el exterior e interior del tronco provocarán grietas de mayor o menor grado, según la especie del árbol y condiciones ambientales. El aporte regular de aceite para madera durante este proceso reducirá al máximo grietas o roturas en zonas sensibles de la escultura.

Actualmente disponemos de aceites protectores y lasures de excelente calidad para cuidar nuestras esculturas y detener el efecto del paso del tiempo o deterioro prematuro en maderas de baja durabilidad.

Hay maderas que por sí mismas son más resistentes al exterior por sus cualidades, así por ejemplo en nuestro entorno el ciprés, el cedro, el robre, el olmo, la acacia o el eucalipto podrían ser algunas de ellas, aunque otras como el pino o incluso el chopo con un buen tratamiento durarán también por muchos años al exterior.

 

Recomendación general

 

  • Se recomienda mantener la escultura separada del contacto directo con el suelo, siempre que no se trate de restos de tocones aún enraizados, con el fin de que pueda circular el aire entre la base de la pieza y que el agua no se quede estancada y fomente pudriciones. Esto lo podemos lograr con el empleo de  gravas, piedras o bloques.
  • Tratamiento con un producto de fondo insecticida y fungicida para madera.
  • Aplicar varias manos de aceite para madera consiguiendo nutrir las fibras (importante dejar secar al menos 2 días entre aplicaciones).
  • Aplicación de un lasur de alta protección para madera.
  • Con estos pasos y posteriormente una nueva aplicación de lasur cada 3 o 4 años lograremos mantener la madera en óptimas condiciones.

 

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